Estaba en primer semestre de la carrera y tenía como entretenimiento ir a ver material de laboratorio a la zona de hospitales de Pachuca, cuando iba a visitar a mis padres. No me alcanzaba para mucho y poco a poco regresaba a casa con un termómetro, tubos de ensaye y un día compré una cucharilla de combustión. Recién había tenido la práctica de química general 1, donde se ponen a la flama con ayuda de una cucharilla de combustión metales alcalinos y alcalinoterreos para ver los hermosos colores característicos de cada uno de ellos.
Comprar una cucharilla de combuestión tenía todo el sentido del mundo. Llegué a casa emocionada a mostrar mi nueva adquisición, todo lo que podía quemar en ella, cual química del siglo XIX. A mi papá no le pareció tan buena compra, y me dijo hija, no gastes tu dinero en eso y cierto es que la cucharilla estuvo varios años en mi cuarto, dando vueltas de aqui por allá junto con todos los otros utensilios de química.
Hace poco y muchos años despues de aquella compra se me presentó la necesidad de usarla, llegó una fórmula cosmetica a mis manos que decia contener azufre en cantidades considerables. Con un laboratorio sencillo y tecnoligías del 1800, no queda mas que regresar a las bases y ver como se puede separar las cosas. Asi que hicimos pruebas de solubilidad, el azufre debía de precipitar que ya que es prácticamente insolible en todo y no paso. Las químicas que trabajaban conmigo estaban convencidas que no habia azufre.
Después de unos días en el refri había unos bellos cristales amarillos color y viéndolos al microscopio tiene la forma que está en la imagen 1. Leyendo más en internet doy con la imagen 2. Mis pequeños cristales coincidían perfectamente con la forma de azufre rómbico.
Los cristales eran suficiente prueba de la existencia de azufre en la fórmula, sin embargo dado que no precipito en las pruebas de solubilidad. ¿Cómo lo podía demostrarlo? Seguí leyendo acerca del azufre hasta encontrar que el azufre tiene una flama azul característica y yo tenía una cucharilla de combustión.
Con lampara de alcohol y cosechando unos cristales al día siguiente pusimos a combustión la muestra de azufre molido y luego la muestra de los cristales extraídos, y una mejor foto que hagan justicia a la belleza de los cristales de azufre, que les puedo decir, me gustan los cristales.
La cucharilla de combustión finalmente se usó y para mi fue un recordatorio, siempre quise tener un laboratorio, quizás hace 17 años cuando la compré ya lo sabía.
Hoy se conmemora el día internacional de la mujer y muchas veces me he preguntado ¿Qué fue de las mujeres en la historia que les gustaba la química? ¿Habran sido todas quemadas en la hoguera? Por la osadía de hacer experimentos. Yo hubiera sido tachada de bruja, al menos en los recientes 2000 años de historia de la humanidad. Soy muy afortunada de nacer en la época que nací, en el continente en el que nací.